Se considera que en Samhain, al igual que ocurre en otras festividades de la rueda del año y otros sabbats paganos como Beltane y Lammas, el velo que divide los mundos se vuelve más delgado. Pero, en comparación con otras noches, durante el Samhain ese velo es particularmente fino, lo que hace que sea un momento excelente para comunicarse con antepasados fallecidos (con el objetivo de ayudarlos a encontrar la luz, o recibir consejo, no por diversión o frivolidad o maldad), así como para utilizar algún medio adivinatorio para desentrañar el porvenir. En Escocia, se cree que un bebé nacido durante el Samhain tendrá el don de la Segunda Vista, es decir, de la clarividencia.